MAGDA DONATO, UNA MUJER ADELANTADA A SU TIEMPO

Tal vez naciera en el momento equivocado, o tal vez fuera la época la que tuviese un problema de aletargamiento, cosa que en España nos resulta habitual. Sea como fuere, la realidad es que Magda Donato (Madrid, 1898 – Ciudad de México, 1966) fue una mujer adelantada a su tiempo, tanto por su ideología como por su forma de vivir la vida. Hablar de Magda Donato es hablar de feminismo, de lucha, de rebeldía; pero sobre todo es hablar de un intento constante de acabar con las injusticias a través de sus publicaciones. A lo largo de su dilatada carrera como periodista, que da comienzo en 1917 en El Imparcial, trata diversos temas, siempre de carácter social, con tintes políticos y con mucha ironía.

Uno de los temas más recurrentes en la obra de Donato es sin duda la situación de la mujer del momento que le ha tocado vivir, Donato
hace un gran uso de la descripción y de la ironía, a veces acompañado de un toque de humor como en el artículo Hay mil maneras de casarse. En él, critica la institución del matrimonio, del mismo modo que las costumbres impuestas por la sociedad. Habla de distintos tipos de matrimonio y asegura que por ejemplo, en Francia, hay que cumplir varios requisitos: “Tienen que corresponder las fortunas, las situaciones, las edades, ¡hasta a veces tienen que gustarse los novios!”. Añade una interesante observación cuando asegura: “si el noviazgo empieza en invierno tienen que exponerse: ella a una pulmonía permaneciendo horas en el balcón, él a una tortícoli por tener otras tantas horas la cabeza levantada contemplando a su amada”. Otra fuerte crítica la constituyen sus artículos sobre las condiciones vejatorias de las mujeres que trabajan en el servicio doméstico. Por ejemplo en Criadas y señoras o en A la servidumbre no se le mira nunca. En este último Donato lamenta que “a la servidumbre no se la odia, no se la desprecia, no se la compadece: se la ignora”. El ámbito social es otro de los que protagonizan su producción, como en El bazar obrero; aquel creado por La Condesa de San Rafael y en el cual se da trabajo a obreros, se enseña oficios a niños asilados, y se venden objetos que habrían acabado en la basura. Utiliza el periodismo con fin social cuando publica la petición de un nuevo local en el centro de Madrid, que le hace la condesa. La defensa de la mujer y su posición en la sociedad se hace constante, en La mujer y el periodismo advierte que “nosotras estamos mejor constituidas que los hombres para el periodismo”.

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Es durante la Guerra Civil Española, cuando Magda Donato utiliza sus publicaciones de manera más explícita para apoyar al bando republicano. Siempre cercana sin olvidar ningún resquicio de la realidad. En el artículo En el cuartel de las milicias de artes gráficas, describe al detalle como viven los “bravos milicianos” y muestra la cercanía y humanidad de aquellos jóvenes que reúnen dinero entre todos para comprarle un reloj nuevo a un compañero que lo acaba de extraviar. Otro ejemplo lo apreciamos en el artículo Las mujeres hacen jerseys, en el cual anima a la población a seguir el ejemplo de todos aquellos españoles que estaban surtiendo a los milicianos de ropa para el frío invierno. Donato narra lo que hace cada sector. Algunos trabajadores “habían resuelto ceder, de su sueldo de agosto, un día de haber para la adquisición de prendas de abrigo”. Además, las mujeres tejían durante todo el día, y los hombres les ayudaban con las madejas de lana, dando ejemplo así de un trabajo en equipo e igualitario, entre hombres y mujeres, porque como asegura la periodista en el mismo artículo: “ya no hay superioridad, ni mucho menos desdén, sino algo que se parece bastante a la admiración y al respeto”.

Magda Donato tiene una lucha paralela a la que se desarrolla en el frente, entre sus papeles y con su bolígrafo como fiel arma, la cual utiliza con atino y siempre con un estilo personal brillante, valiente y sagaz, que no deja a nadie indiferente. Tal vez por eso se considere hoy en día a Magda Donato, un ejemplo de periodismo crítico, informativo y feminista.

Camino Ivars

Enero 2013