Desde el pasado viernes la obra realizada por un grupo de vecinas de entre 65 y 80 años de la zona preside la entrada a este barrio rural de la capital aragonesa.

No es la primera vez que la emblemática barca de Alfocea se convierte en noticia. Sin embargo, sí lo es que sus vecinos y vecinas celebren su centenario en torno a una obra de cerámica en forma de mural que han realizado con sus propias manos. Algunas de ellas, con lágrimas en los ojos, reconocían sentirse emocionadas. “No puedo creer que esto lo hayamos hecho nosotras”, aseguraba María Luisa Calvo, de 72 años, mientras veía el resultado.
Junto a Antonia, Ana, Josefa o María, juntas han trabajado durante meses en varias sesiones de cerámica para conseguir crear esta obra coral que hoy da la bienvenida a todo aquel que llegue hasta este municipio de apenas 200 habitantes ubicado a 14 km de la capital y situado en la margen izquierda del Ebro que durante mucho, mucho tiempo, permaneció completamente incomunicado del resto del mundo. “Fue precisamente gracias a esta barca como nuestros antepasados, vecinos y vecinas de aquí, como pudieron conectar con el resto”, explicaba Gonzalo Aragües, alcalde de Alfocea, durante la inauguración.
La cita tenía lugar el pasado viernes, 29 de noviembre, a las 17.00 horas en el parque Gerardo Marín Zaera de Alfocea donde el mural aguardaba, escondido, bajo una tela de terciopelo de color negro. “Como en las películas”, espetaba otro vecino. Enseguida hacía su aparición la banda de Gaitas de Boto Aragonesas que recibió a los presentes con sus tradicionales melodías y dances. “Para nosotros, como municipio, es un orgullo celebrar un evento así. Nada de esto habría sido posible sin la generosidad de nuestras vecinas”, añadía el alcalde.
“Esta barca estuvo en funcionamiento hasta el año 1968, año en el que finalizó la construcción del puente que permite en la actualidad la comunicación de este barrio con Monzalbarba”, explicaba Marta Fernández, gerente de la empresa Ad Hoc, ideóloga de esta iniciativa.

Un proyecto que pretende dar voz a los ciudadanos y ciudadanas de los barrios rurales “para repensar su historia e identidad, a través de unos talleres intergeneracionales donde se profundiza en la identidad vinculada a la cultura tradicional aragonesa, primero en un laboratorio de ideas, y después en un taller de cerámica donde se les da forma en un mural de cerámica”, añadía la zaragozana.
Por otro lado, la creación del mural ha sido guiada durante varias semanas por la artista local Ángeles Casas, ceramista colaboradora de Cerámicas el Cierzo, que aseguraba que trabajar con este grupo “ha sido muy gratificante, sobre todo ver cómo personas de todas las edades que no han trabajado nunca la cerámica consiguen dar forma a sus ideas a través del barro”, destacaban.
Sobre Barrios Extraordinarios
Se trata de una iniciativa de conocida como Barrios Extraordinarios, un proyecto de cooperación cultural creado hace ocho años, promovido por Ad Hoc Gestión Cultural y financiado por el Ayuntamiento de Zaragoza, que ha elegido precisamente la cerámica para poner en valor las tradiciones, el patrimonio cultural y la identidad de las personas que viven en los barrios rurales de Zaragoza y así evitar que este tipo de historias caigan en el olvido.
El objetivo final de este proyecto es poder desarrollar esta iniciativa en los 14 barrios rurales de la ciudad, para ello, en cada edición, se han ido incorporando nuevos barrios. En este 2024, cumple su octava edición, y el proyecto afianza su relación con Monzalbarba, Peñaflor y Alfocea, innovando y poniendo en valor su patrimonio cultural material e inmaterial.

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