
LA OBRA por Verónica Mey.
Agustina tiene una película, tiene poemas de un lord inglés y hasta un grabado de Goya. ¿Pero quién es en realidad? ¿La conocemos realmente? Si lo pensamos a conciencia, la respuesta sería “No”. Agustina, la mujer, es una gran desconocida. Un mito atrapado en el tiempo que hemos aprendido a admirar. Pero no sabemos nada detrás de la heroína que esconde la leyenda. ¿Qué pensaría del mundo que nos rodea si pudiera contemplarlo a través de nuestros ojos? Tendría mucho que decirnos, mucho que contarnos. Agustina nos enamora. Nos atrapa con la fuerza de todos los personajes auténticos, aunque no entendamo entendamos sus razones. Pero ella nos las explicará. Ha venido para eso. Para descolocar nuestro universo con la mecha de su cañón. Los hechos fueron contados por los que escriben la historia, pero nos sigue fascinando y ha venido a conquistar nuestro corazón, el de los que se acercan a ella por primera vez y el de los que quieren volver a visitarla. Porque no todo está dicho.
Este montaje es una apuesta por la verdad, de una mujer que viene a contarnos su historia. No la de los libros de texto, no la de la película, ni la de la imagen que el genio universal inmortalizo. Una Agustina para el siglo XXI que nos ofrece respuestas llenas de humor, de ironía y de amor. Apoyada por una puesta en escena que apuesta por las técnicas audiovisuales, mediante el uso de proyecciones y la grabación en directo. Así como el uso de nuevas tecnologías como el mapping y una cuidada banda sonora.
Esta Agustina es para todos. Nos pertenece. A los jóvenes y a los que no lo son tanto. Viene a nuestros días envuelta en humo y un mar de plástico que nos llevará a un espacio irreal donde todo es posible. Ha viajado en el tiempo para demostrarnos que no es solo la heroína que muchos comparan con Juana de Arco. Es mucho más que eso. Quedan muchos cañones por disparar, muchas batallas que librar… Y la más grande, siempre está dentro de nosotros. Nuestra Agustina, al modo de Laurencia o de Antígona o de Rosaura tiene mucho de universal. Zaragoza es su Fuenteovejuna y su Tebas inmortal. Acompañémosla en este viaje que bien podría ser un sueño.