Documental sobre el periódico New York Times |

En el documental Page One, analizan uno de los momentos más difíciles en la historia del prestigioso New York Times, considerado uno de los periódicos más fiables del mundo y un verdadero “cuarto poder” en los Estados Unidos. Este diario nace en el año 1851 y se convierte en la fuente principal del resto de medios del mundo. A lo largo de su historia ha recibido 108 Premios Pulitzer. Tan solo su página web oficial [ http://www.nytimes.com/ ] recibe más de 30 millones de visitas al mes.
En 2011, Andrew Rossi decide realizar este documental y convivir con los trabajadores del NYT durante todo un año. En el momento del rodaje, el periódico no estaba pasando por su mejor etapa. La aparición de los medios digitales y el aumento de la competencia, unidos a la caída de la credibilidad del medio, causaron varios despidos y una crisis generalizada del oficio del periodista a nivel mundial. Todo comenzó en el año 2002, cuando la periodista Judith Miller publicó una serie de informaciones en las que aseguraba la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq. Gracias al prestigio de la periodista – estrella del New York Times – y a la difusión que dio el propio medio, comenzaría la Guerra de Iraq en la que Estados Unidos utilizaría la existencia de estas armas como razón para perpetrar el ataque. Al no localizarse tales armamentos, tuvieron que pedir explicaciones a la periodista quien jamás desveló sus fuentes aunque sí fue despedida del periódico. El daño ya estaba hecho aunque como demuestran en la cinta, no fue el único caso de poca ética en la plantilla del Times. A raíz de estos acontecimientos, comenzaron los debates sobre el futuro de los medios analógicos frente al auge de los periódicos digitales. Muchos son los defensores del periódico en papel que opinan que sin la prensa tradicional no existirían los nuevos medios, ya que muchas veces se nutren de estas publicaciones para realizar sus contenidos.
Rosii utiliza a los propios periodistas del NYT para humanizar la figura del periodista y su labor diaria. Un ejemplo es Brian Stelter, un famoso bloguero estadounidense. Pero sin duda el claro protagonista es David Carr. Se trata de una de las estrellas del medio y se convierte prácticamente en el hilo conductor del documental. A través de él, de su controvertido pasado y sobre todo de su presente; traza el trabajo del periodista en el Times. El documental también constituye un ejemplo del trabajo diario de una gran medio: la ardua labor de documentación, la reunión de los redactores jefe y del director del medio – quien se sienta en una mesa como el resto de los periodistas, en medio de la enorme redacción – las numerosas llamadas que realizan al día para conseguir informaciones de primera mano, las batallas con el editor jefe… La cinta es una verdadera defensa al trabajo de la prensa tradicional pero sin dejar de lado la crítica a las razones que la han llevado a las crisis que atraviesa.
Aspectos técnicos de “Page One”
El equipo nunca forma parte del desarrollo de las imágenes, siempre ocupan un segundo plano, premisa de todo buen periodista. Los planos son subjetivos, tomados con cámara al hombro y casi siempre en la misma localización: la redacción del New York Times, aunque también hay algunos lugares comunes como la casa de David Carr – como parte de esta humanización de la figura del periodista – el coche del propio Carr, y algunas de las conferencias o participaciones en programas de televisión del periodista, siempre hablando sobre el futuro de la prensa escrita y de calidad con argumentos muy convincentes y contundentes.
Hay varios totales a periodistas de otros medios, de ex trabajadores y profesionales de varios medios de comunicación que van hilando la trama argumental. Además en varias ocasiones utilizan imágenes de archivo de calidades notablemente inferiores, que se ven deformadas. En este caso estaban más que justificadas al tratarse de informaciones que de otro modo no podrían haber logrado.
La música pasa a un segundo o incluso tercer plano. Solo el sonido ambiente y las voces de los protagonistas forman parte del audio del documental. La duración total es de 90 minutos, de los cuales los primeros resultan algo lentos y pesados. El desarrollo de la acción se va agilizando a medida que avanza el documental y ya nos hemos familiarizado con los personajes. Al final resulta una película fascinante con contenido muy interesante no solo para comunicadores y periodistas, sino para la sociedad en general.